Ya huele a veranito y ante tal situación, no hemos podido resistirnos a hablar de una de las mejores bebidas frías que existen y que, además, son realmente saludables: hablamos del café frappé. Una bebida de origen griego, pero que hoy se consume en todo el mundo, eso sí, no siempre de la forma original. Además, de esta bebida hay otras dos versiones: el frapuccino y el iced capuccino.
Historia del café frappé
Como ocurre con otras bebidas como el té, la casualidad fue el factor determinante para que el, hoy, archiconocido café frappé (especialmente popular en Grecia y Chipre) se realizara por primera vez. Esto sucedió en la Feria Internacional del Comercio de Tesalónica (Grecia), en el año 1957, cuando el representante de la casa Nestlé, Yannis Dritsas, se disponía a tomar tomar el café que tenía por costumbre tomar en sus descansos de trabajo. Dritsas, que se encontraba en dicha feria para presentar un nuevo producto de la popular empresa de alimentación, no encontraba agua caliente para preparar dicho café, por lo que, ni corto ni perezoso, mezcló agua fría con café instantáneo en la cóctelera y así fue cómo nació esta bebida.
Una de las características de esta bebida es que el café atomizado tiene menos grasa, pero sí más aroma y sabor. Además, el café atomizado es más estable que el café hervido cuando se disuelve, por lo que esto hace que se cree esa capa de espuma gruesa tan característica del café frappé tradicional.
Preparación del café frappé
Según la receta tradicional griega, para elaborar un buen café frappé son necesarios los siguientes ingredientes:
- 1 taza de agua fría
- 3 cucharadas de café expresso
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de sirope de chocolate
- 1 pizca de canela para espolvorear sobre el café
- hielo
Una vez tengas todos estos ingredientes, los pasos a seguir son los siguientes:
- En una coctelera ponemos el agua, el café y el azúcar y lo batimos durante 10 segundos.
- Vertimos la mezcla en un vaso alargado en el que, previamente, hayamos puesto el hielo picado.
- Espolvoreamos con canela y añadimos un chorrito de sirope de chocolate
¡Así de fácil y sencillo! Ahora, ya sabes cómo prepararlo para poder disfrutar de él este verano, ya sea en casa, de vacaciones o cuando salgas a pasear y te lo lleves preparado desde casa. En días de mucho calor, te ayudará a soportar las altas temperaturas de manera muy agradable.
Además, también te proponemos probar otras versiones del café frappé como:
- La versión irlandesa, en la que emplean café recién molido, hielo y leche y, en algunos casos, añaden helado o aromas de vainilla y caramelo para intensificar el sabor de estos ingredientes que, combinados con el café, quedan genial.
- La versión americana, para la cual emplean un café normal, leche, espuma de leche y, al igual que en el caso anterior, en algunas ocasiones también añaden helado. Además, lo coronan con nata montada y un chorrito de sirope de chocolate.
Beneficios del café frappé
Como ya hemos comentado más arriba, una de las principales ventajas de este café es que es bajo en grasa, por lo que resulta mucho más saludable que si tomamos el café hervido. Además, recientes estudios han demostrado que el café frappé podría ser beneficios para mejorar el sistema cardíaco en personas de edad avanzada.
Otros estudios también concluyen que tomar café frío es más beneficioso para el estómago, además de para cuidar el esmalte de nuestros dientes. Siguiendo con los estudios, uno elaborado por la Universidad de Birmingham argumentaba que el café frío es muy hidratante y le asociaban propiedades similares a las de tomar agua, en verano, siempre y cuando fuera de manera moderada.
Tomar café frío, en el caso de los deportistas, también sería beneficioso antes de realizar su entrenamiento ya que, tal y como se puede leer en un artículo publicado por www.excelenciasgourmet.com «el café libera ácidos grasos del tejido adiposo, mejorando el desarrollo físico de la persona».
Pero lo mejor de todo es que las personas que consumen café frío, según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, son más felices. Al parecer, los bebedores de café tienden a estar más contentos, por el placer que les produce tomar café, pero si está frío, esa sensación aumenta. Así que…siempre de forma moderada…¡ya no hay excusas para tomar café!
Pero no sólo eso, el café frío nos permite disfrutar más del sabor de éste y apreciar sus diferentes matices. En el caso de tomar cafés con sabores, como por ejemplo, vainilla, estos sabores también se intensifican.